Qué dice en Mateo 10 8

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El Evangelio de Mateo es uno de los libros del Nuevo Testamento de la Biblia y contiene las enseñanzas de Jesús durante su ministerio terrenal. En el capítulo 10, Jesús envía a sus discípulos a predicar y a sanar a los enfermos, dándoles instrucciones específicas sobre cómo deben llevar a cabo esta misión.

Analizaremos en detalle lo que dice Mateo 10:8, que es un versículo clave en el contexto de la misión dada por Jesús a sus discípulos. Veremos qué significa y cómo podemos aplicarlo a nuestras vidas hoy en día, para ser portadores del amor y la sanidad de Jesús en este mundo.

Índice
  1. En Mateo 10:8, Jesús dice: "Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien de su enfermedad a los que tienen lepra, expulsen demonios. Lo que ustedes recibieron gratis, denlo gratuitamente"
  2. Jesús anima a sus discípulos a usar los dones que les ha dado para ayudar a los demás
  3. Les instruye a sanar a los enfermos y resucitar a los muertos
  4. También les indica que limpien a los leprosos y expulsen demonios
  5. Jesús les recuerda que todo lo que han recibido gratuitamente, deben darlo gratuitamente a los demás
  6. Preguntas frecuentes

En Mateo 10:8, Jesús dice: "Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien de su enfermedad a los que tienen lepra, expulsen demonios. Lo que ustedes recibieron gratis, denlo gratuitamente"

En este versículo del Evangelio de Mateo, Jesús está instruyendo a sus discípulos sobre las tareas y responsabilidades que deben llevar a cabo al difundir el mensaje del Reino de Dios. Les da poder y autoridad para realizar milagros y sanidades en su nombre.

Jesús les ordena a sus discípulos que sanen a los enfermos. Esta instrucción implica que los discípulos deben utilizar el poder que se les ha dado para aliviar el sufrimiento físico de aquellos que están enfermos. Jesús muestra su compasión y amor por los que sufren y les da a sus discípulos la capacidad de ser agentes de sanidad y restauración.

Además, Jesús les dice a sus discípulos que resuciten a los muertos. Esto implica que tienen la autoridad para traer vida a aquellos que han fallecido. Es un acto poderoso que muestra el dominio de Jesús sobre la muerte y su capacidad para traer vida eterna.

Otra de las tareas que Jesús les encomienda es limpiar de su enfermedad a los que tienen lepra. La lepra era una enfermedad temida y considerada impura en aquel tiempo. Jesús muestra su compasión hacia aquellos que son rechazados y marginados por la sociedad, y les da a sus discípulos la capacidad de restaurar la salud y la dignidad a aquellos que sufren de esta enfermedad.

Finalmente, Jesús instruye a sus discípulos a expulsar demonios. Esto implica que tienen autoridad sobre los poderes espirituales malignos y que pueden liberar a las personas de la opresión y posesión demoníaca. Es una muestra del poder de Dios sobre las fuerzas del mal.

Jesús concluye esta enseñanza diciendo: "Lo que ustedes recibieron gratis, denlo gratuitamente". Esto significa que los discípulos no deben cobrar por los milagros y sanidades que realizan, sino que deben compartir libremente el poder y la gracia que han recibido. El ministerio de Jesús y sus discípulos se basa en el amor y la generosidad, no en el lucro personal.

En Mateo 10:8, Jesús instruye a sus discípulos a sanar a los enfermos, resucitar a los muertos, limpiar de su enfermedad a los que tienen lepra y expulsar demonios. Les da poder y autoridad para llevar a cabo estas tareas y les exhorta a hacerlo de manera gratuita, compartiendo libremente el poder y la gracia que han recibido.

Jesús anima a sus discípulos a usar los dones que les ha dado para ayudar a los demás

En Mateo 10:8, Jesús les dice a sus discípulos: "Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes recibieron sin pagar; den sin cobrar".

En este versículo, Jesús está animando a sus discípulos a usar los dones y habilidades que les ha dado para ayudar a los demás. Les está instando a sanar a los enfermos, resucitar a los muertos, limpiar a los leprosos y expulsar a los demonios.

Estas palabras de Jesús revelan su compasión y su deseo de que sus discípulos sean instrumentos de sanidad y liberación para aquellos que sufren. Él les está recordando que han recibido estos dones gratuitamente y, por lo tanto, deben usarlos para beneficiar a otros sin esperar nada a cambio.

Esta enseñanza de Jesús también puede aplicarse a nosotros hoy en día. Aunque es posible que no tengamos el poder de sanar a los enfermos o resucitar a los muertos de la misma manera que los discípulos, todos tenemos dones y habilidades únicas que podemos usar para ayudar a los demás.

Ya sea a través de nuestras palabras de aliento y consuelo, nuestras acciones de servicio o nuestras oraciones por aquellos que están pasando por momentos difíciles, podemos ser canales de la gracia de Dios para aquellos que nos rodean.

Además, Jesús nos recuerda que debemos dar generosamente, sin esperar nada a cambio. No debemos buscar recompensas terrenales o reconocimiento por nuestros actos de bondad, sino que debemos dar de corazón y con amor, imitando el ejemplo de Jesús.

Mateo 10:8 nos enseña que tenemos la responsabilidad de usar nuestros dones para ayudar a los demás y que debemos hacerlo con generosidad y desinterés. Siguiendo el ejemplo de Jesús, podemos ser instrumentos de sanidad y amor en un mundo que tanto lo necesita.

Les instruye a sanar a los enfermos y resucitar a los muertos

En el capítulo 10 del libro de Mateo, versículo 8, Jesús instruye a sus discípulos sobre la misión que deben llevar a cabo. Les dice: "Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia".

En esta enseñanza, Jesús les está indicando a sus discípulos que deben utilizar los dones y habilidades que han recibido de manera gratuita para ayudar a los demás. En primer lugar, les dice que sanen a los enfermos. Esto implica que deben utilizar su fe y poder espiritual para orar por la sanidad de aquellos que están enfermos.

Además, Jesús les indica que limpien a los leprosos. La lepra era una enfermedad que en aquellos tiempos era considerada como incurable y contagiosa. Sin embargo, Jesús les está enseñando que ellos tienen el poder de limpiar y sanar a aquellos que sufren de esta enfermedad.

Otra instrucción que Jesús les da es resucitar a los muertos. Esto implica que los discípulos tienen el poder de traer de vuelta a la vida a aquellos que han fallecido. Es un don extraordinario que Jesús les confiere para demostrar su poder y amor por la humanidad.

Por último, Jesús les dice que echen fuera demonios. Esto implica que los discípulos tienen autoridad sobre los espíritus malignos y que pueden liberar a las personas que están bajo opresión demoníaca.

En Mateo 10:8 Jesús les instruye a sus discípulos sobre la importancia de utilizar sus dones y habilidades para sanar a los enfermos, limpiar a los leprosos, resucitar a los muertos y echar fuera demonios. Esta enseñanza refleja el poder y amor de Jesús hacia la humanidad, y nos anima a utilizar nuestros dones para bendición de los demás.

También les indica que limpien a los leprosos y expulsen demonios

En el Evangelio de Mateo, en el capítulo 10, versículo 8, Jesús da instrucciones a sus discípulos sobre cómo deben llevar a cabo su misión de predicar el Reino de los Cielos y sanar a los enfermos. En este versículo, Jesús les dice: "Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien a los leprosos, expulsen demonios. Ustedes recibieron gratis, den gratis".

Estas palabras de Jesús son una guía clara y directa para sus discípulos acerca de las acciones que deben llevar a cabo en su labor de extender el mensaje del Reino de los Cielos. Jesús les ordena sanar a los enfermos, lo cual implica no solo brindar alivio físico a aquellos que están sufriendo, sino también mostrarles el amor y la compasión de Dios.

Además de sanar a los enfermos, Jesús también les indica que resuciten a los muertos. Esta poderosa acción de devolver la vida a los muertos muestra el poder divino de Jesús y su capacidad para trascender los límites de la muerte. A través de este acto milagroso, Jesús demuestra su poder sobre la vida y la muerte, y muestra el poder que también está disponible para sus discípulos.

Otra instrucción que Jesús les da a sus discípulos es que limpien a los leprosos. La lepra era una enfermedad temida y estigmatizada en la época de Jesús, y los leprosos eran considerados impuros y excluidos de la sociedad. Al ordenar a sus discípulos que limpien a los leprosos, Jesús les está diciendo que deben acercarse a aquellos que son rechazados por la sociedad y mostrarles compasión y amor.

Finalmente, Jesús les indica que deben expulsar demonios. Este acto de liberación espiritual es una manifestación del poder de Jesús sobre las fuerzas del mal. Al expulsar demonios, Jesús muestra su autoridad sobre los poderes oscuros y revela la victoria final que se alcanzará a través de Él.

En Mateo 10:8, Jesús les da a sus discípulos instrucciones claras sobre cómo deben llevar a cabo su misión. Les ordena sanar a los enfermos, resucitar a los muertos, limpiar a los leprosos y expulsar demonios. Estas acciones son una manifestación del poder de Jesús y una forma de mostrar el amor y la compasión de Dios hacia aquellos que sufren.

Jesús les recuerda que todo lo que han recibido gratuitamente, deben darlo gratuitamente a los demás

En el capítulo 10 del evangelio según Mateo, encontramos una serie de instrucciones que Jesús da a sus discípulos antes de enviarlos a predicar el mensaje del Reino de Dios. En el versículo 8, Jesús les recuerda la importancia de dar gratuitamente todo lo que han recibido gratuitamente.

Esta enseñanza de Jesús es fundamental para comprender la actitud que deben tener los seguidores de Cristo hacia los demás. Jesús les está diciendo a sus discípulos que no deben tratar de sacar provecho económico o material de su ministerio, sino que deben estar dispuestos a dar generosamente a aquellos que los reciben.

En este versículo, Jesús nos muestra que el verdadero valor de lo que hemos recibido está en compartirlo con otros. No se trata de acumular riquezas o privilegios, sino de ser canales de bendición para aquellos que nos rodean.

Esta enseñanza también nos desafía a examinar nuestra actitud hacia los demás. ¿Estamos dispuestos a dar de manera desinteresada a aquellos que nos necesitan? ¿O buscamos obtener algo a cambio de nuestros servicios o ayuda?

Jesús nos recuerda que todo lo que tenemos y todo lo que somos es un regalo de Dios, y por lo tanto, debemos estar dispuestos a darlo gratuitamente a los demás. No se trata solo de dar cosas materiales, sino también de dar nuestro tiempo, nuestro amor, nuestras habilidades y nuestros recursos espirituales.

Mateo 10:8 nos enseña que debemos dar gratuitamente todo lo que hemos recibido gratuitamente. Esta actitud desinteresada refleja el amor y la generosidad de Dios hacia nosotros, y nos llama a ser canales de bendición para aquellos que nos rodean.

Preguntas frecuentes

1. ¿Qué dice en Mateo 10:8?

En Mateo 10:8, Jesús les dice a sus discípulos: "Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia".

2. ¿Cuál es el significado de esta frase?

Esta frase muestra la autoridad y poder que Jesús otorga a sus discípulos para sanar y liberar a las personas de enfermedades y opresiones demoníacas.

3. ¿Qué enseñanza podemos obtener de este versículo?

Esta enseñanza nos muestra que debemos utilizar los dones y talentos que Dios nos ha dado para bendición y beneficio de los demás, sin esperar nada a cambio.

4. ¿Cómo podemos aplicar esta enseñanza en nuestra vida diaria?

Podemos aplicar esta enseñanza al buscar oportunidades para ayudar y sanar a los necesitados, sin esperar reconocimiento o recompensa, sino por amor y compasión hacia ellos.

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Katalina Mancilla

En mi vida, he explorado la rica simbología religiosa y participado en rituales de luto en mi comunidad. Mi herencia espiritual me ha llevado a comprender la importancia de la liturgia en momentos de duelo.

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