Qué dice Mateo 15 32
En el libro de Mateo en la Biblia, específicamente en el capítulo 15 versículo 32, encontramos un relato importante que nos muestra una de las muchas enseñanzas de Jesús. Este pasaje nos muestra un momento en el que Jesús alimenta a una multitud de más de cuatro mil personas, demostrando su poder y compasión hacia aquellos que lo buscaban.
En este artículo exploraremos el significado de este pasaje bíblico, analizando el contexto histórico y cultural, así como las lecciones espirituales que podemos aprender de este milagro. Además, estudiaremos cómo este evento se relaciona con otros pasajes de la Biblia y cómo podemos aplicar sus enseñanzas a nuestras vidas hoy en día.
- En Mateo 15:32, Jesús les dijo a sus discípulos que tenía compasión de la multitud que lo había seguido durante tres días y que no tenían qué comer
- Los discípulos le preguntaron cómo podrían alimentar a tanta gente en un lugar desolado
- Jesús les preguntó cuántos panes tenían y ellos le respondieron que solo tenían siete y unos pocos peces
- Jesús hizo que la multitud se sentara en el suelo y tomó los siete panes y los peces, dio gracias a Dios y comenzó a partirlos
- Después de partirlos, Jesús les dio los panes y los peces a los discípulos, y ellos los distribuyeron entre la multitud
- Todos comieron hasta saciarse y sobraron siete canastas llenas de sobras
- En total, había aproximadamente cuatro mil hombres que comieron, además de mujeres y niños
- Después de esto, Jesús despidió a la multitud y subió a una barca para ir a la región de Magadán
- Preguntas frecuentes
En Mateo 15:32, Jesús les dijo a sus discípulos que tenía compasión de la multitud que lo había seguido durante tres días y que no tenían qué comer
En este pasaje bíblico, podemos ver la compasión de Jesús hacia aquellos que le seguían. Después de pasar tres días con Él, la multitud se encontraba hambrienta y sin alimento.
Jesús, consciente de esta necesidad, decide hacer algo al respecto. En lugar de despedir a la multitud para que busquen comida por sí mismos, Él toma la iniciativa de proveerles lo que necesitan.
En primer lugar, Jesús pregunta a sus discípulos cuántos panes tienen. Ellos le responden que solo tienen siete panes y unos pocos peces. Aunque pareciera una cantidad insuficiente para alimentar a la multitud, Jesús no se desanima.
Ordena a la multitud que se siente en el suelo y toma los siete panes y los peces. Luego, levanta los ojos al cielo y da gracias a Dios por la provisión. Después de esto, parte los panes y los da a sus discípulos para que los distribuyan entre la multitud.
Lo increíble sucede: todos comen y son saciados. Aunque solo había siete panes y unos pocos peces, Jesús multiplica los alimentos de tal manera que alcanzan para todos los presentes, sobrando incluso siete canastas llenas de sobras.
Este milagro nos muestra la bondad y el poder de Jesús. Él es capaz de saciar nuestras necesidades físicas, pero también nuestras necesidades espirituales. Nos enseña que podemos confiar en Él para proveer en momentos de escasez, y que su compasión no tiene límites.
Asimismo, este pasaje nos invita a ser instrumentos de Jesús en el mundo. Así como los discípulos fueron los encargados de distribuir los alimentos, nosotros también podemos ser portadores de su amor y provisión para aquellos que nos rodean.
Mateo 15:32 nos muestra el increíble milagro de la multiplicación de los panes y los peces, demostrando la compasión y el poder de Jesús. Nos inspira a confiar en Él en todo momento y a ser instrumentos de su amor en el mundo.
Los discípulos le preguntaron cómo podrían alimentar a tanta gente en un lugar desolado
En el capítulo 15 del evangelio de Mateo, se relata un pasaje en el que Jesús realiza un milagro alimentando a una multitud en un lugar desolado. En esta ocasión, los discípulos se acercaron a Jesús con preocupación, ya que había pasado mucho tiempo y la multitud que los seguía no tenía nada para comer.
Ante esta situación, los discípulos le preguntaron a Jesús cómo podrían alimentar a tanta gente en un lugar tan remoto. Es interesante notar la reacción de los discípulos, ya que habían presenciado muchos milagros realizados por Jesús, pero aún así dudaban de su poder para proveer comida en esta ocasión.
Jesús, con su amor y compasión infinitos, les respondió con una pregunta: "¿Cuántos panes tienen?" Los discípulos le dijeron que tenían siete panes y unos pocos peces. Entonces, Jesús pidió a la multitud que se sentara en el suelo.
A continuación, tomó los siete panes y los peces, dio gracias a Dios y comenzó a partirlos. Los discípulos distribuyeron los alimentos entre la multitud y, para asombro de todos, todos comieron hasta saciarse. ¡Y aún sobraron siete canastas llenas de sobras!
Este milagro nos enseña varias lecciones importantes. En primer lugar, nos muestra la capacidad de Jesús para proveer y suplir nuestras necesidades incluso en los momentos más difíciles. A veces, nos encontramos en situaciones desoladas, donde parece que no hay solución o salida, pero Jesús nos recuerda que Él es el proveedor y que nada es imposible para Él.
En segundo lugar, este pasaje nos muestra la importancia de confiar en Jesús en todo momento. Aunque los discípulos dudaron de su capacidad para alimentar a la multitud, Jesús demostró que siempre está dispuesto a ayudarnos y proveernos lo que necesitamos. Nuestra fe debe estar puesta en Él, confiando en que Él tiene el poder y la sabiduría para resolver cualquier situación que enfrentemos.
Finalmente, este milagro nos invita a ser generosos y compartir lo que tenemos con los demás. A través de este acto de compartir, Jesús pudo multiplicar los panes y los peces para alimentar a miles de personas. Así como Jesús nos ha dado generosamente, también debemos ser generosos con aquellos que nos rodean, compartiendo lo que tenemos y ayudando a satisfacer sus necesidades.
El relato de Mateo 15:32 nos muestra el poder y la provisión de Jesús, así como la importancia de confiar en Él y ser generosos con los demás. Nos recuerda que, aunque nos encontremos en lugares desolados, Jesús siempre está dispuesto a proveer y suplir nuestras necesidades. Confía en Él y comparte lo que tienes, y verás cómo Él multiplica tus recursos para bendición de otros.
Jesús les preguntó cuántos panes tenían y ellos le respondieron que solo tenían siete y unos pocos peces
En el capítulo 15 del evangelio de Mateo, se relata uno de los milagros más conocidos de Jesús, en el cual alimenta a una multitud de personas con solo siete panes y unos pocos peces. Este pasaje nos muestra la compasión y el poder de Jesús para proveer y satisfacer las necesidades de aquellos que le siguen.
La historia comienza cuando Jesús se encuentra en una región desierta, rodeado de una gran multitud de personas que le seguían. Estas personas habían estado con él durante tres días, escuchando sus enseñanzas y presenciando sus milagros. Pero ahora, tenían hambre y no tenían nada para comer.
Jesús, en su infinita sabiduría, se acerca a sus discípulos y les pregunta cuántos panes tienen. Ellos le responden que solo tienen siete y unos pocos peces. Jesús les pide a la multitud que se siente en el suelo y toma los siete panes y los peces, dando gracias a Dios.
Después de dar gracias, Jesús parte los panes y los peces y se los da a sus discípulos, para que ellos los repartan entre la multitud. Sorprendentemente, todos comen y quedan satisfechos. Además, ¡sobran siete cestas llenas de pedazos que sobraron!
Este milagro nos enseña varias lecciones importantes. En primer lugar, nos muestra la compasión de Jesús hacia aquellos que están en necesidad. A pesar de la multitud y de las circunstancias difíciles, Jesús se preocupa por sus seguidores y provee para ellos.
En segundo lugar, este pasaje nos muestra el poder sobrenatural de Jesús para multiplicar los alimentos. Aunque solo había siete panes y unos pocos peces, Jesús los multiplica de tal manera que todos comen y quedan satisfechos. Esto nos muestra que Jesús es capaz de proveer en abundancia, más allá de lo que podemos imaginar.
Por último, este milagro nos recuerda la importancia de confiar en Jesús y en su provisión. A veces, podemos encontrarnos en situaciones donde pareciera que no tenemos suficiente para enfrentar nuestras necesidades. Sin embargo, este pasaje nos muestra que si confiamos en Jesús y le entregamos lo poco que tenemos, él puede hacer grandes cosas con ello.
El relato de Mateo 15:32 nos habla del milagro de la multiplicación de los panes y los peces, donde Jesús muestra su compasión, su poder sobrenatural y nos enseña a confiar en él. Este pasaje nos invita a confiar en Jesús en medio de nuestras necesidades, sabiendo que él puede proveer en abundancia.
Jesús hizo que la multitud se sentara en el suelo y tomó los siete panes y los peces, dio gracias a Dios y comenzó a partirlos
En el capítulo 15 del libro de Mateo, encontramos un pasaje fascinante que relata un milagro realizado por Jesús. En este relato, Jesús se encuentra rodeado por una gran multitud de personas que lo siguen para escuchar sus enseñanzas y presenciar sus milagros.
En este contexto, Jesús se da cuenta de que la multitud ha estado con él durante tres días y no tienen nada que comer. Su compasión por ellos es evidente, por lo que decide tomar acción y proveer alimento para todos.
Para llevar a cabo este milagro, Jesús hace que la multitud se siente en el suelo y toma siete panes y unos pocos peces. A continuación, da gracias a Dios por estos alimentos y comienza a partirlos.
Es importante destacar el acto de dar gracias de Jesús antes de iniciar el reparto de los alimentos. Esto nos enseña la importancia de dar gracias a Dios por todo lo que tenemos, incluso en situaciones en las que parece que no hay suficiente.
A medida que Jesús parte los panes y los peces, ocurre un increíble milagro: los alimentos se multiplican de manera sobrenatural. No solo es suficiente para alimentar a toda la multitud presente, sino que también sobran siete cestas llenas de pedazos sobrantes.
Este milagro es un testimonio claro del poder y la provisión de Dios. Jesús demuestra su capacidad para suplir todas nuestras necesidades, incluso cuando pareciera que no hay suficiente. Además, nos enseña la importancia de confiar en Dios y depender de él en todo momento.
Mateo 15:32 nos presenta un poderoso milagro realizado por Jesús para alimentar a una multitud hambrienta. A través de este relato, somos recordados de la compasión y el poder de Dios, así como de la importancia de confiar en él en todo momento. No importa cuán escasos sean nuestros recursos, Dios es capaz de multiplicarlos y suplir todas nuestras necesidades.
Después de partirlos, Jesús les dio los panes y los peces a los discípulos, y ellos los distribuyeron entre la multitud
En el pasaje de Mateo 15:32, se relata el milagro de la multiplicación de los panes y los peces realizado por Jesús. Después de enseñar y sanar a los enfermos, Jesús se compadece de la multitud que lo sigue y decide alimentarlos.
En esta ocasión, Jesús toma siete panes y unos pocos peces y los parte. Luego, entrega los panes y los peces a sus discípulos para que los distribuyan entre la multitud. A pesar de la aparente escasez de comida, los panes y los peces se multiplican de manera milagrosa, y todos los presentes son alimentados hasta saciarse.
Este milagro es similar al relato de la multiplicación de los panes y los peces en Mateo 14:13-21, pero con algunas diferencias. En esta ocasión, Jesús alimenta a unas cuatro mil personas, mientras que en el otro relato se trata de cinco mil hombres, sin contar a las mujeres y los niños.
Este episodio nos muestra la compasión de Jesús hacia las necesidades físicas de las personas que lo rodean. Él no solo se preocupa por su bienestar espiritual, sino también por sus necesidades materiales. Jesús es capaz de proveer abundantemente incluso cuando los recursos parecen ser limitados.
Además, este milagro nos enseña sobre la importancia de confiar en la provisión divina. Aunque los discípulos inicialmente dudan de poder alimentar a la multitud con tan pocos recursos, Jesús les muestra que en sus manos cualquier cantidad puede ser multiplicada para satisfacer las necesidades de todos.
El relato de Mateo 15:32 nos muestra el milagro de la multiplicación de los panes y los peces realizado por Jesús para alimentar a una gran multitud. Nos enseña sobre la compasión de Jesús hacia las necesidades materiales de las personas y la importancia de confiar en la provisión divina.
Todos comieron hasta saciarse y sobraron siete canastas llenas de sobras
En el Evangelio de Mateo, capítulo 15, versículo 32, se relata el maravilloso milagro de la multiplicación de los panes y los peces por parte de Jesús. En esta ocasión, Jesús se encontraba en un lugar desierto, rodeado de una gran multitud de personas que lo seguían. Estas personas habían estado con él durante tres días, escuchando sus enseñanzas y presenciando sus milagros.
Al ver la multitud hambrienta, Jesús se compadeció de ellos y decidió alimentarlos. Llamó a sus discípulos y les dijo: "Siento compasión por la multitud, porque ya hace tres días que están conmigo y no tienen qué comer; y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que desmayen en el camino".
Los discípulos, sorprendidos, le preguntaron: "¿De dónde podemos sacar en el desierto tantos panes para saciar a una multitud tan grande?". Pero Jesús, como siempre, tenía una solución. Les preguntó cuántos panes tenían, y ellos le respondieron: "Siete, y algunos pescados".
Entonces Jesús mandó a la multitud que se sentara en el suelo, tomó los siete panes y los pescados, dio gracias a Dios y comenzó a partirlos. Increíblemente, los panes y los peces se multiplicaron de tal manera que todos comieron hasta saciarse, y aún sobraron siete canastas llenas de sobras.
Este milagro nos muestra el poder y la generosidad de Jesús. Él pudo alimentar a una multitud tan grande con tan poco, demostrando que no hay nada imposible para él. Además, nos enseña la importancia de confiar en Dios y poner nuestras necesidades en sus manos.
Mateo 15:32 nos relata el milagro de la multiplicación de los panes y los peces realizado por Jesús. Este evento demuestra su poder y generosidad, y nos enseña a confiar en Dios en todas las circunstancias de nuestra vida.
En total, había aproximadamente cuatro mil hombres que comieron, además de mujeres y niños
En el capítulo 15 del Evangelio de Mateo, encontramos un pasaje en el que Jesús realiza un milagro alimentando a una multitud de personas. En este relato, se nos dice que Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: "Tengo compasión de esta gente, llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer. No quiero despedirlos en ayunas, no sea que desfallezcan en el camino" (Mateo 15:32).
Es interesante notar que Jesús se preocupa por las necesidades físicas de la multitud que lo seguía. En lugar de enviarlos de regreso a sus hogares sin comida, Jesús decide actuar y proveer para ellos. Este acto de compasión y misericordia revela el corazón amoroso de Jesús hacia las personas.
Continuando con el relato, Jesús pregunta a sus discípulos cuántos panes tienen. Ellos responden: "Siete, y unos pocos pececillos" (Mateo 15:34). Jesús entonces toma los siete panes y los peces, da gracias a Dios y los parte. Luego, entrega los alimentos a sus discípulos para que los distribuyan entre la multitud.
De manera asombrosa, todos comieron y quedaron satisfechos. Y no solo eso, sino que sobraron siete canastas llenas de pedazos que habían sobrado. Este milagro de multiplicación de los alimentos muestra el poder sobrenatural de Jesús y su capacidad para proveer y satisfacer las necesidades de las personas.
El relato de Mateo 15:32 nos enseña sobre la compasión de Jesús hacia aquellos que lo siguen y sobre su poder para proveer y satisfacer nuestras necesidades. Nos invita a confiar en Él y a buscar su provisión en todas las áreas de nuestras vidas.
Después de esto, Jesús despidió a la multitud y subió a una barca para ir a la región de Magadán
En Mateo 15:32, se relata que después de que Jesús realizara la multiplicación de los panes y los peces para alimentar a una gran multitud, decidió despedir a la gente y subir a una barca para dirigirse a la región de Magadán.
Preguntas frecuentes
¿Qué dice Mateo 15:32?
En Mateo 15:32, Jesús dijo: "Tengo compasión de la multitud, porque ya hace tres días que están conmigo y no tienen qué comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que desmayen en el camino".
¿Cuántos días llevaba la multitud con Jesús?
La multitud llevaba tres días con Jesús según Mateo 15:32.
¿Por qué Jesús tenía compasión de la multitud?
Jesús tenía compasión de la multitud porque llevaban tres días con Él y no tenían qué comer, y Él no quería despedirlos en ayunas para que no desmayaran en el camino.
¿Qué hizo Jesús para alimentar a la multitud?
Jesús tomó siete panes y unos pocos peces, los bendijo, los partió y los dio a los discípulos para que los distribuyeran entre la multitud. Todos comieron y se saciaron, y aún sobraron siete canastos llenos de sobras.
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