Qué dice Jesús de los diezmos

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En la Biblia, especialmente en el Nuevo Testamento, Jesús habla sobre varios temas importantes relacionados con la fe y la vida espiritual. Uno de esos temas es el de los diezmos, una práctica común en la antigüedad y que todavía se sigue llevando a cabo en algunas tradiciones religiosas.

Exploraremos qué dice Jesús acerca de los diezmos y cómo podemos aplicar sus enseñanzas en nuestra vida diaria. Veremos qué importancia le da Jesús a esta práctica, cómo lo aborda en sus enseñanzas y qué lecciones podemos extraer de sus palabras. Asimismo, también analizaremos cómo podemos ser fieles administradores de nuestros recursos y cómo usar sabiamente nuestras finanzas según los principios bíblicos que Jesús nos enseña.

Índice
  1. Jesús enseña que los diezmos deben ser entregados pero no descuidando los demás aspectos de la ley
    1. La importancia de los diezmos
    2. La actitud correcta al dar los diezmos
  2. Jesús critica a los fariseos por su enfoque excesivo en los diezmos y su falta de compasión y justicia
    1. La crítica de Jesús a los fariseos
    2. El verdadero significado de los diezmos
    3. La importancia de la justicia y la misericordia
  3. Jesús destaca la importancia de dar generosamente y con un corazón sincero, en lugar de dar solo por obligación
  4. Jesús enseña que lo que realmente importa es el amor y la justicia, y que los diezmos deben ser una expresión de eso
    1. 1. El amor y la justicia son más importantes que los diezmos
    2. 2. Dar con generosidad y alegría
    3. 3. El propósito de los diezmos
  5. Jesús muestra que la actitud y la intención detrás de dar son más importantes que la cantidad en sí
  6. Jesús llama a sus seguidores a ser generosos y a dar a los necesitados, sin preocuparse tanto por los diezmos formales
  7. Jesús desafía a los ricos a dar de su abundancia y a sacrificar sus riquezas por el bien del Reino de Dios
  8. Jesús enfatiza que el dar debe ser desinteresado y que no se debe buscar reconocimiento o recompensa por ello
  9. Jesús enseña que el dar debe ser una respuesta agradecida al amor y la gracia de Dios, y no una forma de obtener mérito o ganar salvación
    1. La actitud correcta hacia el dinero y las posesiones
    2. El ejemplo de la viuda pobre
    3. La importancia de dar con alegría y generosidad
  10. Preguntas frecuentes

Jesús enseña que los diezmos deben ser entregados pero no descuidando los demás aspectos de la ley

En el evangelio de Mateo, Jesús aborda el tema de los diezmos en el contexto de una discusión más amplia sobre la observancia de la ley. En el capítulo 23, Jesús critica a los escribas y fariseos por su hipocresía y su enfoque excesivo en los rituales externos, descuidando los aspectos más importantes de la ley, como la justicia, la misericordia y la fe.

En este contexto, Jesús menciona los diezmos como una práctica que los escribas y fariseos cumplen rigurosamente, pero sin tener en cuenta los principios más profundos de la ley. Jesús no cuestiona la obligación de entregar los diezmos, sino la falta de equilibrio y priorización en la vida espiritual.

La importancia de los diezmos

Jesús reconoce que los diezmos son una forma de apoyar el trabajo del templo y de aquellos que se dedican al servicio religioso. En Mateo 23:23, Jesús dice: "¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello."

Esta declaración de Jesús indica que los diezmos son una práctica que debe ser realizada, pero no a expensas de otros aspectos más importantes de la ley. Jesús enfatiza la importancia de la justicia, la misericordia y la fe como principios fundamentales que deben guiar nuestras acciones y decisiones.

La actitud correcta al dar los diezmos

Además de resaltar la importancia de los diezmos, Jesús también enseña sobre la actitud correcta al dar. En Marcos 12:41-44, Jesús observa a la gente que deposita sus ofrendas en el templo. Mientras muchos ricos dan grandes cantidades, una viuda pobre deposita dos pequeñas monedas. Jesús elogia a la viuda, señalando que su ofrenda, aunque pequeña en cantidad, es más significativa porque la da con sinceridad y generosidad.

Esta historia nos enseña que no se trata solo de la cantidad que damos, sino de la actitud con la que lo hacemos. Dios valora más el corazón generoso y sincero que la cantidad en sí misma. Al dar los diezmos, debemos hacerlo con gratitud y generosidad, reconociendo que todo lo que tenemos proviene de Dios.

Jesús enseña que los diezmos deben ser entregados, pero no a expensas de los principios más importantes de la ley, como la justicia, la misericordia y la fe. Además, Jesús nos recuerda que la actitud con la que damos es tan importante como la cantidad que entregamos. Al entregar los diezmos, debemos hacerlo con gratitud y generosidad, reconociendo que todo es un regalo de Dios.

Jesús critica a los fariseos por su enfoque excesivo en los diezmos y su falta de compasión y justicia

En los evangelios, Jesús critica abiertamente a los fariseos por su enfoque excesivo en los diezmos y su falta de compasión y justicia. En varias ocasiones, Jesús les reprocha por su hipocresía y su falta de entendimiento sobre el verdadero significado de los diezmos.

La crítica de Jesús a los fariseos

Jesús no está en contra de los diezmos en sí mismos, sino de la forma en que los fariseos los practican. Él resalta la importancia de la justicia, la misericordia y la fe en lugar de una simple observancia legalista de los diezmos.

En el Evangelio de Mateo, Jesús les dice a los fariseos: "¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta, el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello" (Mateo 23:23, RVR1960).

Jesús señala que los fariseos se enfocan en los aspectos más superficiales de la ley, como el diezmo de pequeñas hierbas, pero descuidan los aspectos más importantes de la ley, como la justicia, la misericordia y la fe.

El verdadero significado de los diezmos

En otra ocasión, Jesús elogia a una viuda pobre que da todo lo que tiene como ofrenda en el templo. Él dice: "En verdad os digo que esta viuda pobre ha echado más que todos, porque todos ellos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza, ha echado todo lo que tenía, todo su sustento" (Marcos 12:43-44, RVR1960).

Jesús destaca la actitud de sacrificio y generosidad de la viuda, contrastándola con aquellos que dan de su exceso. En este pasaje, Jesús enseña que el verdadero significado de los diezmos no es simplemente cumplir con una obligación legalista, sino dar de manera generosa y sacrificial.

La importancia de la justicia y la misericordia

Jesús enfatiza repetidamente la importancia de la justicia y la misericordia en lugar de la observancia legalista de los diezmos. En el Sermón del Monte, Jesús dice: "Pero ¡ay de vosotros, fariseos! porque diezmáis la menta, la ruda y toda hortaliza, y pasáis por alto la justicia y el amor de Dios. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello" (Lucas 11:42, RVR1960).

Aquí, Jesús nuevamente reprende a los fariseos por su enfoque en los aspectos más superficiales de la ley y su descuido de la justicia y el amor de Dios. Jesús les enseña que la verdadera obediencia a Dios va más allá de la simple observancia de los diezmos y requiere una vida caracterizada por la justicia y el amor.

Jesús critica a los fariseos por su enfoque excesivo en los diezmos y su falta de compasión y justicia. Él destaca el verdadero significado de los diezmos como una actitud de generosidad y sacrificio, y enfatiza la importancia de la justicia y la misericordia en lugar de una observancia legalista. Jesús nos enseña que el verdadero discipulado implica una vida de fe y obediencia a Dios en todas las áreas de nuestra vida, incluyendo nuestras finanzas.

Jesús destaca la importancia de dar generosamente y con un corazón sincero, en lugar de dar solo por obligación

Jesús destaca la importancia de dar generosamente y con un corazón sincero, en lugar de dar solo por obligación.

Cuando se trata del tema de los diezmos, Jesús no habla específicamente de ellos en el Nuevo Testamento. Sin embargo, a lo largo de sus enseñanzas, podemos encontrar principios que nos ayudan a comprender su perspectiva sobre la generosidad y la actitud correcta hacia la riqueza material.

En primer lugar, Jesús enfatiza la importancia de dar de manera generosa y desinteresada. En el Evangelio de Lucas, Jesús elogia a una pobre viuda que da dos pequeñas monedas, afirmando que ella ha dado más que todos los demás, porque ha dado todo lo que tenía para vivir (Lucas 21:1-4). Jesús valora la actitud del corazón y la intención detrás del acto de dar, en lugar de la cantidad en sí misma.

Además, Jesús critica a los fariseos por su enfoque legalista y su falta de generosidad. En Mateo 23:23, Jesús les reprocha por preocuparse por el diezmo de las hierbas, pero descuidar los asuntos más importantes de la justicia, la misericordia y la fe. Jesús deja claro que dar el diezmo no debe ser una mera formalidad, sino que debe ir acompañado de una actitud justa y compasiva hacia los demás.

Por otro lado, Jesús también nos enseña a no tener una actitud codiciosa o apegada a las riquezas materiales. En el Evangelio de Lucas, Jesús advierte contra la codicia y nos insta a no poner nuestro corazón en las posesiones terrenales (Lucas 12:15). Jesús nos anima a buscar primero el reino de Dios y su justicia, confiando en que Dios nos proveerá de todo lo que necesitamos (Mateo 6:33).

Aunque Jesús no menciona directamente los diezmos, su enseñanza nos invita a dar generosamente y con un corazón sincero. Jesús valora la actitud del corazón y la intención detrás del acto de dar. Además, nos anima a no tener una actitud codiciosa o apegada a las riquezas materiales, confiando en la provisión de Dios. Así que, al considerar los diezmos, debemos recordar estos principios y dar con alegría, gratitud y generosidad.

Jesús enseña que lo que realmente importa es el amor y la justicia, y que los diezmos deben ser una expresión de eso

En el Nuevo Testamento, Jesús habla en varias ocasiones sobre el tema de los diezmos. Aunque no encontramos una enseñanza directa de Jesús sobre si debemos o no diezmar, sí nos ofrece principios fundamentales que nos ayudan a entender el propósito y la actitud correcta hacia los diezmos.

1. El amor y la justicia son más importantes que los diezmos

Jesús enfatiza repetidamente la importancia del amor y la justicia en su enseñanza. En el Evangelio de Mateo, Jesús dice: "Pero ¡ay de vosotros, fariseos!, porque diezmáis la menta, la ruda y toda hortaliza, y pasáis por alto la justicia y el amor de Dios. Esto es lo que debíais haber practicado, sin omitir aquello" (Mateo 23:23).

Estas palabras de Jesús nos muestran que lo más importante para Dios no es la cantidad que damos en los diezmos, sino nuestra actitud de justicia y amor hacia los demás.

2. Dar con generosidad y alegría

Jesús también nos enseña sobre la actitud correcta al dar. En el Evangelio de Lucas, Jesús elogia a una viuda pobre que da dos monedas de poco valor como ofrenda. Él afirma que ella ha dado más que todos los demás, porque dio todo lo que tenía para vivir (Lucas 21:1-4).

Esto nos muestra que Jesús valora más la actitud generosa y desprendida al dar, que la cantidad en sí misma. Debemos dar con alegría y generosidad, sin importar la cantidad que tengamos.

3. El propósito de los diezmos

Si bien Jesús no habla directamente sobre si debemos o no diezmar, podemos inferir que el propósito de los diezmos es apoyar a aquellos que se dedican al servicio religioso y a las obras de caridad. En el Evangelio de Lucas, Jesús menciona que los fariseos diezman incluso las hierbas más pequeñas, pero descuidan la justicia y el amor (Lucas 11:42).

Esto nos indica que Jesús no critica el acto de diezmar en sí mismo, sino la actitud de los fariseos que priorizan los aspectos rituales sobre los principios más importantes de la fe.

Jesús nos enseña que lo más importante no es la cantidad que damos en los diezmos, sino nuestra actitud de amor y justicia hacia los demás. Debemos dar con generosidad y alegría, y recordar que el propósito de los diezmos es apoyar a aquellos que se dedican al servicio religioso y a las obras de caridad. Siguiendo estos principios, podremos vivir una vida de generosidad y ser una bendición para los demás.

Jesús muestra que la actitud y la intención detrás de dar son más importantes que la cantidad en sí

En el tema de los diezmos, Jesús enseñó que la actitud y la intención detrás de dar son más importantes que la cantidad en sí misma. A diferencia de los fariseos, quienes enfocaban su atención en cumplir con una ley externa, Jesús destacó la importancia de dar de corazón y con generosidad.

Jesús llama a sus seguidores a ser generosos y a dar a los necesitados, sin preocuparse tanto por los diezmos formales

En los evangelios, Jesús habla mucho sobre temas relacionados con el dinero y la generosidad. Sin embargo, no se encuentra ninguna referencia directa de Jesús hablando sobre los diezmos, que eran una práctica común en la religión judía de su tiempo. Aunque los diezmos eran una forma de apoyo económico para el templo y el clero, Jesús enfatizó la importancia de ayudar a los necesitados y ser generosos con los demás.

Jesús enseñó que el amor al prójimo y la compasión eran fundamentales en la vida de sus seguidores. En lugar de enfocarse en las normas y reglas religiosas, Jesús animó a sus seguidores a demostrar su fe a través de acciones concretas de amor y servicio a los demás. Enseñó que dar a los necesitados, ayudar a los pobres y cuidar a los enfermos eran formas de servir a Dios y demostrar el amor que Él nos tiene.

En sus enseñanzas, Jesús habló de la importancia de compartir lo que tenemos con aquellos que no tienen lo suficiente. En el famoso relato del Buen Samaritano, Jesús destacó la importancia de mostrar compasión y ayudar a los necesitados, incluso a aquellos que no formaban parte de la misma comunidad religiosa.

Además, Jesús alabó a una viuda pobre que dio todo lo que tenía como ofrenda, mientras que criticó a los líderes religiosos que daban grandes sumas de dinero pero no mostraban compasión ni amor por los demás. Jesús enseñó que Dios valora la actitud de corazón generoso y desinteresado al dar, más que el monto específico o la formalidad de los diezmos.

Jesús nos llama a ser generosos y a dar a los necesitados, sin preocuparnos tanto por los diezmos formales. Su enfoque principal está en el amor al prójimo y en demostrar nuestra fe a través de acciones concretas de servicio y compasión hacia los demás. Al seguir su ejemplo, podemos vivir una vida de generosidad y amor que refleje el corazón de Dios.

Jesús desafía a los ricos a dar de su abundancia y a sacrificar sus riquezas por el bien del Reino de Dios

En las enseñanzas de Jesús, encontramos numerosas referencias a la importancia de ser generosos y compartir nuestras riquezas con los demás. Uno de los temas que aborda es el de los diezmos, una práctica común en la religión judía en la que se daba la décima parte de los ingresos para el mantenimiento del templo y el sostén de los sacerdotes.

En el Evangelio de Lucas, Jesús critica la actitud superficial de algunos ricos que daban sus diezmos pero descuidaban los aspectos más importantes de la justicia y el amor a Dios y al prójimo. Les dice: "Ay de vosotros, fariseos, que diezmáis la menta, la ruda y toda hortaliza, pero pasáis por alto la justicia y el amor de Dios. Esto es lo que debíais practicar, sin dejar de hacer aquello" (Lucas 11:42).

Jesús enfatiza que no se trata simplemente de cumplir una norma religiosa, sino de vivir una vida de integridad y amor hacia los demás. Es más importante preocuparse por la justicia y el bienestar de los necesitados que dar una parte de nuestras posesiones. Al respecto, Jesús dice: "Dad limosna de lo que está dentro y todo os será limpio" (Lucas 11:41).

En otra ocasión, Jesús habla con un joven rico que le pregunta qué debe hacer para heredar la vida eterna. Jesús le menciona los mandamientos y el joven afirma que los ha cumplido desde su juventud. Pero Jesús le dice: "Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; después ven y sígueme" (Marcos 10:21).

Con esta respuesta, Jesús muestra que la generosidad y el desapego de las posesiones materiales son fundamentales para seguirle. No se trata solo de dar una parte, sino de estar dispuestos a sacrificar nuestras riquezas por el bien del Reino de Dios y el prójimo.

Jesús nos desafía a ser generosos y a dar de nuestra abundancia para ayudar a los necesitados. No se trata solo de cumplir una norma religiosa, sino de vivir una vida de integridad y amor hacia los demás. Debemos estar dispuestos a sacrificar nuestras riquezas por el bien del Reino de Dios y el prójimo, siguiendo el ejemplo de Jesús.

Jesús enfatiza que el dar debe ser desinteresado y que no se debe buscar reconocimiento o recompensa por ello

En los evangelios, Jesús habla en varias ocasiones sobre el tema de los diezmos, pero su enfoque no está tanto en el acto en sí, sino en la actitud y motivación detrás de este acto de dar.

Jesús deja claro que el dar debe ser desinteresado, sin esperar nada a cambio. En Mateo 6:1-4, Jesús instruye a sus seguidores a dar en secreto, sin buscar reconocimiento o alabanza de los demás. Él advierte que aquellos que buscan ser vistos por los hombres ya han recibido su recompensa, pero aquellos que dan en secreto serán recompensados por Dios mismo.

Además, Jesús critica a los líderes religiosos de su tiempo que hacen alarde de su generosidad en los diezmos. En Mateo 23:23, Jesús les dice: "¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque dan el diezmo de la menta, del eneldo y del comino, pero han descuidado los preceptos de mayor importancia de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto es lo que debían haber practicado, sin descuidar aquello". Jesús deja claro que el acto de dar los diezmos no tiene valor si no se acompaña de una vida justa, compasiva y llena de fe.

Jesús nos enseña que el dar debe ser desinteresado y sin buscar reconocimiento o recompensa. El acto de dar los diezmos no tiene valor si no va acompañado de una vida justa y llena de amor hacia los demás. Al dar, debemos hacerlo con alegría y generosidad, confiando en que Dios nos recompensará en su tiempo y de acuerdo a su voluntad.

Jesús enseña que el dar debe ser una respuesta agradecida al amor y la gracia de Dios, y no una forma de obtener mérito o ganar salvación

En el tema de los diezmos, Jesús nos ofrece una perspectiva única y profunda. A lo largo de su ministerio, él enseñó que el dar debe ser una respuesta agradecida al amor y la gracia de Dios, y no una forma de obtener mérito o ganar salvación. A través de sus palabras y acciones, nos mostró la importancia de la generosidad y la actitud correcta hacia nuestras posesiones materiales.

La actitud correcta hacia el dinero y las posesiones

Jesús siempre enfatizó que nuestro enfoque principal debe estar en el reino de Dios y en su justicia. En el famoso Sermón del Monte, nos enseñó que no podemos servir a Dios y al dinero al mismo tiempo. Él nos instó a no preocuparnos por nuestras necesidades materiales, confiando en que Dios nos proveerá. Nos recordó que la verdadera riqueza no se encuentra en las posesiones terrenales, sino en la relación con Dios.

Además, Jesús nos alertó sobre la trampa de la codicia y la acumulación excesiva de riquezas. Nos advirtió sobre el peligro de aferrarnos a las posesiones materiales, ya que pueden convertirse en un obstáculo para seguirlo y experimentar la plenitud de la vida en el reino de Dios.

El ejemplo de la viuda pobre

Un ejemplo poderoso del enfoque de Jesús hacia el dinero y las posesiones se encuentra en la historia de la viuda pobre. Mientras observaba a la multitud que daba ofrendas en el templo, Jesús notó a una viuda que echó dos monedas de poco valor. Aunque su contribución era insignificante en términos monetarios, Jesús la elogió y la destacó como un ejemplo de generosidad auténtica.

La viuda pobre no dio por obligación o para impresionar a los demás, sino que dio todo lo que tenía de corazón. Jesús valoró su acto de fe y sacrificio, reconociendo que ella había dado proporcionalmente más que aquellos que daban grandes sumas pero sin verdadero amor y generosidad.

La importancia de dar con alegría y generosidad

Jesús nos animó a dar con alegría y generosidad, no solo en nuestras ofrendas monetarias, sino también en el dar de nosotros mismos y nuestros recursos para ayudar a los demás. Nos recordó que el acto de dar debe ser una expresión de gratitud hacia Dios y una forma de amar y servir a los demás.

Jesús nos enseñó que el dar no debe ser motivado por el deseo de obtener mérito o ganar salvación, sino que debe ser una respuesta agradecida al amor y la gracia de Dios. Nos instó a tener la actitud correcta hacia el dinero y las posesiones, reconociendo que la verdadera riqueza se encuentra en la relación con Dios. Además, nos recordó la importancia de dar con alegría y generosidad, siguiendo el ejemplo de la viuda pobre.

Preguntas frecuentes

1. ¿Qué dice Jesús de los diezmos? Jesús habló sobre la importancia de dar a Dios lo que le pertenece, pero también enfatizó la importancia de la justicia y el amor.

2. ¿Cuál es la postura de Jesús sobre el divorcio? Jesús enseñó que el divorcio no era el plan original de Dios y que solo se permitía en casos de infidelidad.

3. ¿Qué enseñó Jesús acerca del perdón? Jesús enseñó la importancia de perdonar a los demás y de buscar la reconciliación, incluso perdonando a nuestros enemigos.

4. ¿Cuál es la posición de Jesús sobre la riqueza material? Jesús enseñó que no debemos acumular riquezas en la tierra, sino buscar el Reino de Dios y confiar en Él para nuestras necesidades.

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Antonela Leos

Me siento fascinada por descubrir las diversas prácticas y ceremonias que acompañan el adiós a quienes amamos. Mi enfoque se dirige hacia la profunda herencia histórica y simbólica que rodea estos momentos de pérdida.

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