Qué dice Jesús sobre la ofrenda
Jesús, como figura central del cristianismo, dejó enseñanzas muy claras sobre diversos temas, incluyendo la ofrenda. La ofrenda es un acto de generosidad y sacrificio que se realiza como muestra de gratitud hacia Dios y como apoyo a la obra de la iglesia. Es importante conocer qué dice Jesús al respecto para entender su importancia y cómo debemos abordarla en nuestra vida de fe.
Exploraremos las enseñanzas de Jesús sobre la ofrenda y cómo aplicarlas en nuestra vida cotidiana. Veremos ejemplos bíblicos que nos ayudarán a comprender la actitud correcta que debemos tener al ofrendar, así como los beneficios espirituales que podemos obtener al hacerlo de corazón. También abordaremos algunas preguntas comunes sobre la ofrenda y cómo podemos encontrar un equilibrio en nuestras finanzas personales al destinar una parte de nuestros recursos a la obra de Dios.
- Jesús enseña que la ofrenda debe ser dada con sinceridad y generosidad
- Él anima a dar en secreto, sin buscar reconocimiento
- Jesús destaca la importancia de dar con un corazón agradecido
- Él enseña que la ofrenda debe ser dada con amor y sacrificio
- Jesús también enfatiza que la ofrenda no debe ser una forma de aparentar o impresionar a los demás
- Él insta a dar de manera proporcional a lo que se ha recibido
- Jesús enseña que la ofrenda debe ser dada con humildad y sin esperar recompensa
- Él destaca que la ofrenda debe ser dada a aquellos que están en necesidad
- Jesús enfatiza la importancia de dar con alegría y gratitud
- Él enseña que la ofrenda debe ser dada con fe, confiando en que Dios proveerá nuestras necesidades
- Preguntas frecuentes
Jesús enseña que la ofrenda debe ser dada con sinceridad y generosidad
En el evangelio de Mateo, Jesús nos enseña sobre la importancia de la ofrenda y cómo debe ser dada. En el capítulo 6, versículo 1, Jesús dice: "Cuídense de hacer sus obras de justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos. De lo contrario, no recibirán ninguna recompensa de parte de su Padre que está en el cielo".
Esto nos muestra que la ofrenda no debe ser dada con la intención de ser reconocidos o elogiados por los demás, sino que debe ser un acto de generosidad y sinceridad hacia Dios. Jesús nos anima a dar nuestra ofrenda en secreto, sin buscar reconocimiento o recompensa terrenal.
Además, en Mateo 23:23, Jesús critica a los fariseos y les dice: "¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque diezman la menta, el eneldo y el comino, y han descuidado los preceptos más importantes de la ley, como la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello".
Con estas palabras, Jesús nos muestra que la ofrenda no se trata solo de dar una cantidad específica de dinero o bienes materiales, sino que también implica practicar la justicia, la misericordia y tener fe en Dios. La ofrenda verdadera va más allá de las acciones externas y se enfoca en el corazón y la actitud del que da.
Jesús nos enseña que la ofrenda debe ser dada con sinceridad y generosidad, sin buscar reconocimiento o recompensa terrenal. Además, nos recuerda que la ofrenda no se limita solo a lo material, sino que también implica vivir una vida justa, llena de misericordia y fe en Dios.
Él anima a dar en secreto, sin buscar reconocimiento
Jesús enseñó a sus seguidores que cuando den sus ofrendas, lo hagan en secreto, sin buscar reconocimiento o alabanzas de los demás. En el Evangelio de Mateo, Jesús dice: "Cuando hagas una obra de caridad, no la hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, con el fin de ser honrados por los hombres. Yo os aseguro que ellos ya tienen su recompensa. Tú, en cambio, cuando hagas una obra de caridad, que tu mano izquierda ignore lo que hace tu derecha, para que tu obra de caridad quede en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará" (Mateo 6:2-4).
La importancia de dar de corazón
Además de animar a dar en secreto, Jesús también enfatizó la importancia de dar de corazón. No se trata solo de la cantidad de la ofrenda, sino de la actitud con la que se da. En el Evangelio de Marcos, Jesús observa a las personas ricas que dan grandes sumas de dinero al tesoro del templo, pero luego nota a una viuda pobre que da solo dos monedas de poco valor. Jesús dice a sus discípulos: "En verdad os digo que esta viuda pobre ha echado más que todos los que echaban en el arca; porque todos han echado de lo que les sobra, pero ésta, de su pobreza, ha echado todo lo que tenía para vivir" (Marcos 12:43-44).
La actitud correcta al dar
Jesús también enseñó que dar debe ser un acto de amor y generosidad, no de obligación o egoísmo. En el Evangelio de Lucas, Jesús se encuentra en el templo observando a la gente que da sus ofrendas. Él nota a los ricos que dan grandes sumas de dinero, pero también ve a una mujer pobre que da dos monedas de poco valor. Jesús dice: "En verdad os digo que esta pobre viuda ha echado más que todos. Porque todos ellos han echado como ofrenda de su abundancia, pero ella de su pobreza ha echado todo lo que tenía para vivir" (Lucas 21:3-4).
Jesús nos enseña que cuando demos nuestras ofrendas, debemos hacerlo en secreto, sin buscar reconocimiento. También nos recuerda que lo importante no es la cantidad que damos, sino la actitud con la que lo hacemos. Dar debe ser un acto de amor y generosidad, y no de obligación o egoísmo. Siguiendo estos principios, podremos honrar a Dios con nuestras ofrendas y ser bendecidos en abundancia.
Jesús destaca la importancia de dar con un corazón agradecido
Jesús, en varios pasajes de la Biblia, deja claro su enseñanza sobre la ofrenda y resalta la importancia de dar con un corazón agradecido. Nos enseña que no se trata solo de la cantidad que damos, sino de la actitud con la que lo hacemos.
1. La viuda y su ofrenda
En el Evangelio de Marcos 12:41-44, Jesús nos relata la historia de una viuda pobre que deposita dos monedas en el tesoro del templo. Aunque su ofrenda era insignificante en términos monetarios, Jesús la elogia, ya que ella dio todo lo que tenía, mientras que otros daban de su abundancia. Jesús destaca la importancia de dar con generosidad y desprendimiento, sin importar la cantidad.
2. El diezmo y la justicia
En el Evangelio de Mateo 23:23, Jesús critica a los fariseos por su enfoque legalista en el diezmo, diciendo: "¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe." Jesús enfatiza que la ofrenda no debe ser solo un acto ritual, sino que debe ir acompañada de una vida justa y compasiva.
3. La parábola de los talentos
En la parábola de los talentos, narrada en Mateo 25:14-30, Jesús enseña sobre la responsabilidad de administrar los recursos que Dios nos ha dado. Destaca que aquellos que utilizan sus talentos y recursos de manera productiva son recompensados, mientras que aquellos que los desaprovechan son castigados. Jesús nos anima a ofrecer nuestras habilidades y recursos como ofrenda, con la responsabilidad de multiplicarlos para el servicio de Dios y los demás.
Jesús nos enseña que la ofrenda no se trata solo de dar una cantidad específica, sino de dar con un corazón agradecido, generoso y responsable. Nos anima a dar con desprendimiento, justicia y productividad, utilizando nuestros recursos para el bien común y la gloria de Dios.
Él enseña que la ofrenda debe ser dada con amor y sacrificio
Enseñanzas de Jesús sobre la ofrenda
Jesús, en sus enseñanzas, dejó claro que la ofrenda no es solo una cuestión material, sino que va más allá. Él nos enseñó que la ofrenda debe ser dada con amor y sacrificio.
En el Evangelio de Marcos, encontramos un pasaje donde Jesús observa a las personas que ofrecen sus ofrendas en el templo. Allí, ve a muchos ricos que hacen grandes donaciones, pero también observa a una viuda que da solo dos monedas, que en ese momento eran de muy poco valor.
Jesús, al ver esto, llama a sus discípulos y les dice: "En verdad os digo que esta viuda pobre ha dado más que todos los demás. Porque todos ellos han echado de lo que les sobra, pero ella, de su pobreza, ha dado todo lo que tenía para vivir" (Marcos 12:43-44).
Este pasaje nos muestra que Jesús valora más la actitud y la intención detrás de la ofrenda, que la cantidad en sí. Él no se fija en la cantidad, sino en el corazón generoso y sacrificado de la persona que da.
La ofrenda como expresión de amor a Dios y al prójimo
Jesús también nos enseña que la ofrenda es una expresión de amor hacia Dios y hacia nuestro prójimo. En el Evangelio de Mateo, Jesús dice: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Mateo 22:37-39).
La ofrenda no debe ser solo un acto mecánico, sino una manifestación de nuestro amor y devoción a Dios. También es una forma de ayudar y bendecir a los demás, ya que a través de nuestras ofrendas podemos contribuir al bienestar de las personas necesitadas y apoyar la obra de Dios en el mundo.
La ofrenda como un acto de fe
Otra enseñanza importante de Jesús sobre la ofrenda es que esta debe ser un acto de fe. En el Evangelio de Lucas, Jesús cuenta la historia de una viuda que ofrece dos pequeñas monedas como ofrenda en el templo. Él destaca que, a pesar de ser una cantidad muy pequeña, es todo lo que ella tenía para vivir (Lucas 21:1-4).
Jesús elogia la fe de esta mujer, ya que confía plenamente en Dios y está dispuesta a dar todo lo que tiene, sin importar lo poco que sea. Nos enseña que la ofrenda debe ser un acto de confianza en Dios, sabiendo que Él proveerá y bendecirá nuestra generosidad.
Jesús nos enseña que la ofrenda debe ser dada con amor y sacrificio, como expresión de nuestro amor a Dios y al prójimo, y como un acto de fe en Dios. No se trata solo de la cantidad que damos, sino de la actitud y la intención con la que lo hacemos.
Jesús también enfatiza que la ofrenda no debe ser una forma de aparentar o impresionar a los demás
Jesús nos enseña que la ofrenda no debe ser simplemente una forma de aparentar o impresionar a los demás. No se trata de cuánto dinero o recursos podemos dar, sino del corazón con el que lo damos. En el Evangelio de Lucas, Jesús relata la historia de una viuda pobre que dio todo lo que tenía como ofrenda en el templo. Aunque su aporte era insignificante en comparación con las grandes sumas de dinero que otros depositaban, Jesús elogió su generosidad, porque ella dio de su necesidad y no de su abundancia.
Él insta a dar de manera proporcional a lo que se ha recibido
Jesús nos enseña que la ofrenda debe ser proporcional a lo que hemos recibido. Nos dice que aquellos que tienen más deberían dar más, mientras que aquellos que tienen menos pueden dar menos. Esto se basa en el principio de la justicia y la equidad, donde cada uno contribuye según sus posibilidades.
Jesús enseña que la ofrenda debe ser dada con humildad y sin esperar recompensa
Jesús, en su enseñanza sobre la ofrenda, nos deja claro que no se trata solo de dar, sino de hacerlo con el corazón y con la actitud correcta. En varias ocasiones, Jesús criticó la hipocresía de aquellos que daban sus ofrendas públicamente para ser vistos por los demás y recibir reconocimiento.
En el Evangelio de Mateo, Jesús dice: "Cuando des, no lo hagas con trompeta en la sinagoga, como hacen los hipócritas en las calles. Quienes lo hacen así, para ser honrados por los demás, ya han recibido su recompensa". Jesús nos enseña que la verdadera ofrenda debe ser hecha en secreto, sin alardear ni buscar la admiración de los demás.
Además, Jesús nos invita a dar sin esperar nada a cambio. En el Evangelio de Lucas, Jesús cuenta la parábola del buen samaritano y nos muestra que el verdadero amor y la verdadera ofrenda no esperan recompensa. El samaritano ayudó al hombre herido sin esperar nada a cambio, sin buscar reconocimiento ni gratitud. Jesús nos enseña que la ofrenda genuina se da sin esperar retribución terrenal.
La importancia de la actitud en la ofrenda
Para Jesús, lo más importante no es la cantidad de la ofrenda, sino la actitud con la que se da. En el Evangelio de Marcos, Jesús observa a las personas que dan ofrenda en el templo y destaca a una viuda pobre que da dos pequeñas monedas. Jesús elogia su ofrenda, diciendo: "En verdad os digo que esta viuda pobre ha echado más que todos los que han echado en el tesoro". Aunque su ofrenda era pequeña en cantidad, era grande en actitud y sacrificio.
Jesús nos enseña que la ofrenda debe ser un acto de amor y generosidad desinteresada. No importa cuánto demos, sino cómo lo damos. La actitud de nuestro corazón al dar es lo que realmente importa.
Jesús nos deja claro que la ofrenda no es solo un acto externo, sino un reflejo de nuestro corazón y nuestra relación con Dios. La ofrenda debe ser dada con humildad, sin buscar reconocimiento ni recompensa terrenal. No importa la cantidad que demos, sino la actitud con la que lo hacemos. Que nuestras ofrendas sean verdaderas expresiones de amor y gratitud a Dios.
Él destaca que la ofrenda debe ser dada a aquellos que están en necesidad
En varios pasajes de las Escrituras, Jesús destaca la importancia de brindar ayuda a aquellos que están en necesidad. Él nos enseña que la ofrenda no debe ser un acto vacío, sino una expresión genuina de amor y compasión hacia los demás.
En el Evangelio de Mateo, Jesús dice: "Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; fui forastero, y me alojaron; necesité ropa, y me vistieron; estuve enfermo, y me atendieron; estuve en la cárcel, y me visitaron" (Mateo 25:35-36). Aquí, Jesús nos muestra que la ofrenda verdadera es aquella que se dirige a las necesidades básicas de los demás, como la alimentación, la vestimenta y el cuidado de la salud.
Además, en el Evangelio de Lucas, Jesús cuenta la historia del buen samaritano (Lucas 10:25-37). En esta parábola, un hombre es asaltado y dejado herido en el camino. Tanto un sacerdote como un levita pasan junto a él sin prestarle ayuda, pero un samaritano muestra compasión y se detiene para cuidar de él. Jesús concluye la parábola diciendo: "Ve y haz tú lo mismo" (Lucas 10:37), enfatizando la importancia de mostrar misericordia y ayudar a los necesitados.
Jesús nos enseña que la ofrenda verdadera no se limita a dar dinero o bienes materiales, sino que implica brindar apoyo y cuidado a aquellos que están en necesidad. Nos llama a ser como el buen samaritano, dispuestos a ayudar a los demás en cualquier momento y en cualquier lugar. Al hacerlo, estamos siguiendo sus enseñanzas y demostrando nuestro amor por Dios y por nuestro prójimo.
Jesús enfatiza la importancia de dar con alegría y gratitud
Enseñanzas de Jesús sobre la ofrenda:
- La actitud importa: Jesús enfatizó que lo más importante no es la cantidad de la ofrenda, sino la actitud con la que se da. En el evangelio de Marcos, Jesús elogia a una viuda pobre que dio dos monedas, afirmando que había dado más que todos los demás porque dio todo lo que tenía de corazón.
- La ofrenda es un acto de adoración: Jesús enseñó que la ofrenda es un acto de adoración a Dios. En el libro de Mateo, Jesús dijo: "Por tanto, si traes tu ofrenda al altar y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda". Esta enseñanza destaca la importancia de tener una actitud correcta hacia los demás antes de acercarse a Dios con una ofrenda.
- La ofrenda debe ser generosa: Jesús también enseñó sobre la importancia de dar generosamente. En el evangelio de Lucas, Jesús dice: "Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo". Jesús anima a sus seguidores a dar con generosidad, confiando en que Dios les recompensará abundantemente.
Él enseña que la ofrenda debe ser dada con fe, confiando en que Dios proveerá nuestras necesidades
Cuando Jesús habló sobre la ofrenda, enseñó que no solo importa el acto físico de dar, sino también la actitud y el corazón con los que se da. Él dejó claro que la ofrenda debe ser dada con fe, confiando en que Dios proveerá nuestras necesidades.
Preguntas frecuentes
1. ¿Qué dice Jesús sobre la ofrenda?
Jesús enseña que la ofrenda debe ser hecha con generosidad y amor, no por obligación.
2. ¿Cuál es la importancia de la ofrenda según Jesús?
Jesús enseña que la ofrenda es un acto de adoración y servicio a Dios, y que debe ser hecha con un corazón sincero.
3. ¿Qué recompensa promete Jesús a quienes ofrendan?
Jesús promete que aquellos que ofrendan con generosidad y amor serán bendecidos por Dios de manera abundante.
4. ¿Cómo podemos aplicar las enseñanzas de Jesús sobre la ofrenda en nuestra vida?
Podemos aplicar las enseñanzas de Jesús sobre la ofrenda al ser generosos con nuestros recursos y al ofrendar con un corazón sincero y obediente a Dios.
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